Nacidos de la bruma #4| Nova | 368 páginas
Han pasado ya trescientos años desde los acontecimientos narrados en la trilogía Nacidos de la Bruma (Mistborn) y Scadrial se encuentra ahora cerca de la modernidad: ferrocarriles, canales, iluminación eléctrica y los primeros rascacielos invaden el planeta.
Aunque la ciencia y la tecnología están alcanzando nuevos retos, la antigua magia de la alomancia continúa desempeñando un papel fundamental. En una zona conocida como los Áridos existen herramientas cruciales para aquellos hombres y mujeres que intentan establecer el orden y la justicia. Uno de estos hombres es Lord Waxillium Ladrian, experto en metales y en el uso de la alomancia y la feruquimia.
Después de vivir veinte años en los Áridos, Wax se ha visto obligado, por una tragedia familiar, a volver a la metrópolis de Elendel. Sin embargo, y a su pesar, deberá guardar las armas y asumir las obligaciones que exige el hecho de estar rodeado de la clase noble. O al menos eso cree, ya que aún no sabe que las mansiones y las elegantes calles arboladas de la ciudad pueden ser incluso más peligrosas que las llanuras de los Áridos.
Aunque la ciencia y la tecnología están alcanzando nuevos retos, la antigua magia de la alomancia continúa desempeñando un papel fundamental. En una zona conocida como los Áridos existen herramientas cruciales para aquellos hombres y mujeres que intentan establecer el orden y la justicia. Uno de estos hombres es Lord Waxillium Ladrian, experto en metales y en el uso de la alomancia y la feruquimia.
Después de vivir veinte años en los Áridos, Wax se ha visto obligado, por una tragedia familiar, a volver a la metrópolis de Elendel. Sin embargo, y a su pesar, deberá guardar las armas y asumir las obligaciones que exige el hecho de estar rodeado de la clase noble. O al menos eso cree, ya que aún no sabe que las mansiones y las elegantes calles arboladas de la ciudad pueden ser incluso más peligrosas que las llanuras de los Áridos.
★★★
Este libro supone la cuarta parte de la saga Nacidos de la bruma pero el tiempo en el que transcurre es diferente y así lo son los personajes, suponiendo una Era diferente. La primera trilogía me encantó porque cuando la terminé, Sanderson me cambió por completo la visión del mundo que me había hecho con el primer libro. Este libro es diferente, transcurre muchos años después y se notan las diferencias. ¿Me ha gustado? Sí, pero siento que no me ha captado tanto como la anterior trilogía, tal vez solo tenga que seguir leyendo...Iba a empezar con el mundo pero mejor os hablo de los personajes. En este caso contamos con tres personajes principales, el trío calavera casi. Por una parte tenemos a Wax -no me hagáis poner el nombre entero porque ni me acuerdo como se escribía-. Wax es un personaje mayor para los tutes que se mete, es un pistolero justiciero, y tiene un aire curioso entre justiciero, gracioso y personaje noble que no sabría explicaros. Si bien es cierto que el personaje me ha parecido más o menos normal -no voy a juzgar mucho a los personajes porque Vin y Elend no me gustaron en el primer libro y luego los adoré- me ha gustado el airecillo que tiene. No me parece que destaque excesivamente pues tenemos algo trillado el personaje del héroe pero sí que me ha gustado mucho el cachondeito que tiene con Wayne.
Wayne es mi personaje favorito de todo el libro con mucha diferencia. El muy chulo puede parar el tiempo y lo utiliza para disfrazarse y cambiar de personaje. Además es un genio de los acentos y me parto cada vez que el chaval se hace pasar por una señora mayor hasta el tío de Wax. Wayne tiene un don y es el personaje más gracioso del todo el libro. Sus comentarios, el aire de simpleza y la frescura que tiene me encanta. Me lo he pasado bomba con cada comentario que hacía sobre su sombrero -le da mucha importancia a su sombrero de la suerte- y me encantaría poder verlo en una película con los cambios de personaje que realiza. Tenéis que leerlo para descubrir lo fantástico que es Wayne con sus bromas.
Ahora sí, me meto en el mundo: a pesar de ser el mismo mundo de la Era 1, en este inicio de la Era 2 nos muestra una historia totalmente diferente. Sí, sigue habiendo alománticos y tal pero el enfoque es distinto. En este caso la historia es más lineal y Sanderson apuesta por la aventura y la acción al estilo western, con pistolitas incluídas. Siento que en este sentido es en el que me ha gustado menos porque sí, está bien y me gusta esta temática light, divertida y con acción pero no se adentra tanto en el mundo, no hay giros argumentales ni nos enseña nada del mundo que no supiéramos de la anterior Era. Se nota que el enfoque es diferente y he sentido este libro más como un relleno entretenido -¿lo es? he escuchado que este libro es un intermedio entre trilogía y trilogía pero también he escuchado que sería el primero de la tetralogía después de la trilogía (?)-. Es por ello que sí, el libro me ha gustado, pero no me ha llenado.
Un punto que me ha gustado mucho son las referencias a la antigua Era porque dan nostalgia y me hacía emocionarme. El nombre de la ciudad, pls ♥ No es que el libro esté plagado de referencias, de hecho no es necesario haber leído la trilogía anterior -pero muy recomendable porque mundo y tal- pero esos pequeños detalles gustan mucho. Aunque aparece un personaje que creo que para los próximos libros hará necesario haberse leído la antigua Era.
En definitiva, Aleación de ley es un libro que ha estado bien y me ha gustado pero más a nivel de la comedia que se traía Wayne. Es cierto que esperaba más y me ha resultado un libro muy light. No dudo de que Sanderson me volverá acabará sumergiendo en esta evolución en los siguientes libros pero por ahora con este me quedo algo más distante.
Hola Lid! Ya sabes que tengo mi cuenta pendiente con Sanderson pero a ver qué pasa porque ya conoces mis sentimientos con respecto a Vin hasta en donde voy. Me parece interesante que evolucionaran los personajes y los mundos. Eso no pasa en muchos lugares y me llama la atención este personaje y sus locos acentos XD.
ResponderEliminarUn abrazo enorme chica.
Nos leemos.