Rojo, blanco y sangre azul de Casey McQuiston

Rojo, blanco y sangre azul de Casey McQuiston

Autoconclusivo | RBA | 496 páginas

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Alex Clarademont-Díaz, el hijo milenial de la presidenta de los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca: atractivo, carismático e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al príncipe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Así que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografía que refleja un altercado entre Alex y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrían. Ambos países trazan un plan para paliar los daños. lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo más profundo de lo que Alex y Henry podrían haber imaginado.

¿PUEDE EL AMOR CAMBIAR EL MUNDO? 

★★★★★

Rojo, blanco y sangre azul es un libro que cosechó buenísimas críticas cuando salió. La gente lo ha puesto por las nubes y me dio curiosidad. Sin embargo, a pesar de todas sus buenas críticas, no me apetecía nada leerlo porque, apuf, política. Sí, todo el mundo lo ponía genial pero cada vez que leía la sinopsis me echaba para atrás, hasta que no supe que leer y decidí de una vez por todas empezarlo. ¡Menos mal que lo hice!

Me voy a marcar un Alex y hacer una lista de lo maravillo de este libro, que no es poco, porque vas viendo como pasa el tiempo y se va creando todo y ains ♥

• Odio a primera vista. Es un cliché muy grande pero los romances que empiezan con odio da mucho gustirrinín por ver como va cambiando eso y porque es divertido de primeras. Así que señoras, esto empieza pero que muy bien con odio entre el hijo de la presidenta de Estados Unidos -recalcar que es la primera mujer presidente- y el principito británico.
• Como comienzan a tirar uno de otro. Ay, qué magia hay cuando todavía se odian pero se ven forzados a quedar y al final se acaban buscando el uno al otro, todavía con su pequeño odio, pero ya están ahí tirándose los trastos indirectamente. 
• Como se potencia a tope el punto anterior. No esperaba que un libro en el que los personajes están tan separados pudiera dar tanto juego pero OMG. Entre los mensajes, las llamadas, los correos... Living.
• El primer momento clave es WOOOOOOOOOOW. Ahí ya sabes que estás a puntito de desconectarte de tu vida porque necesitas sumergirte en esto.
• La tensión sexual que mata y es súper intensa. Porque sí, señoras, el libro se pone muy pero qué muy intensito y el fangirleo llega a su punto más alto con estos dos en su momento más potente.
• La cuquidad de conocer profundamente a los personajes, ver cómo hacen lo posible por verse y como mantienen despierta esa chispa. Primero te enganchan por ser intensito, después te ganan por ser tan bonitos y porque se profundiza en ellos y son super adorables.
• Cuando surgen los problemas y las dudas, la tensión y el sufrimiento, el DRAMA. No es del top pero sigue atrapando mucho y sí, hay algo de drama pero con la tensión y el sufrimiento, esto te vicia una mijita ná mas. ES VICIO PURO. Una vez llegado a este punto, olvídate de tu vida.
• Y, entre todo, el apoyo de seres queridos y la lucha final que es muy potente y te deja emocionada y con lágrimas en los ojos y ¿por qué es todo tan precioso?

El punto fuerte es claramente el romance torrencial entre Alex y Henry que me ha tenido muerta de hiperactividad porque es PERFECTO. La relación es lo más bonito del mundo. Es un romance de los difíciles que te ganan y engancha a sus páginas. Entre que empieza como odio, como se van conociendo y el momento que finalmente está ahí y gritas y saltas y te emocionas y empieza toda la tensión sexual HIPER MORTAL... No, no me vicie yo nadita, qué va. Pero es que después empiezan a ser suuuuuper tiernos y los adoro. Son divertidos, chispeantes y tienen un aire de romance dramático que te hace suspirar por tanta perfección -me he sentido como Anne de Tejas Verdes, por Dios-. Además me encanta como se van descubriendo a sí mismo -el descubrimiento de Álex me sorprendió porque no esperaba que le sorprendiera xD- y lo maravillosas personas que son. Ah y la locura fiestera también. Son diferentes pero tal para cual, me es difícil hablaros de ellos por separado porque son un ente y no, no los voy a separar porque son uno.

Aunque estos dos sean el centro de atención, el resto de personajes también gustan y dan su toque perfecto. Zahra es la puta ama. Es borde y tiene un par muy buen puestos. Me hago su fan. Nora y June son divertidas y dispuestas a todo por ayudar. Siempre que aparecen son geniales. Nora directa a más no poder y June es una hermana demasiado perfecta que se sacrifica demasiado. La presidenta es diferente a lo que se espera. Es muy suya, cuando prepara los powerpoints es como demasiaaaado pero sigue siendo una muy buena madre a pesar de tener sus puntos vergonzosos. Me ha gustado mucho como ha creado su lado serio de presidenta con el de madre. También tenemos al padre y otros personajes que, aunque salen menos todavía, acaban teniendo siempre algún momento decisivo en la vida de los protagonistas y resultan personajes que te dejan con muy buena sensación a pesar de tener casi que solo un momento.

Me encanta, tanto a niveles de personajes como de historia,  simplemente me encanta y hasta logró que la parte final de política me gustará bastante. ES QUE LA PARTE FINAL ME TENIA MUERTA. De verdad, desde que empieza el drama fuerte hasta el final fue un no soltar el libro y estar con lágrimas en los ojos por toda la tensión, tanto feliz como triste. Me encanta mucho, lo he adorado con toda mi alma y mi pena al terminar el libro fue enorme porque yo quiero más, jamás me podría cansar de Henry y Alex.

Y por último decir que el libro recopila unos mensajes muy bonitos que van más allá de la aceptación de uno mismo y supone una historia que representa muchos cambios maravillosos y realmente da esperanzas en la humanidad. Dato curioso es que el libro finaliza a finales de 2020, por lo que empieza en el pasado y termina en el futuro, dejando una sensación muy esperanzadora. Ains es que todo es muy bonito y al final lo condesa todo maravillosamente dejándote al borde de las lágrimas.

Rojo, blanco y sangre azul es un libro que habla de un romance LGBT que absorbe, es intenso y casi imposible de soltar. Para mayor perfección, su único punto flojo es el de la política que al final consigue también emocionar. Es un libro que tenéis que leer.