MIL LUGARES DONDE ENCONTRARTE

Mil lugares donde encontrarte de Claudia Gray

Saga: 1/3

Los padres de Marguerite Caine son genios de la física que por fin han podido demostrar la existencia de mundos alternativos: han inventado el Firebird, un colgante que permite saltar de una realidad a otra. Un día, el padre de Marguerite aparece muerto. El asesino, su joven y enigmático ayudante, Paul Markov, huye a otra dimensión con los datos de la investigación y el prototipo del Firebird. Marguerite no puede permitir que escape de la justicia, e iniciará su persecución a través de mundos cada vez más distintos al nuestro: un Nueva York futurista, la vieja Rusia imperial, una ciudad bajo el océano... Cada vez que Marguerite encuentra a Paul, duda de que sea realmente el culpable de la muerte de su padre y comienza a sospechar que el destino está enlazando sus vidas. ¿Pero puede confiar en Paul o su historia de amor está destinada a terminar siempre en traición?

No os voy a engañar, Mil lugares donde encontrarme es un libro que decidí leer por la portada. La sinopsis no pintaba mal con todas esas dimensiones y tal vez también me picaba la curiosidad averiguar como trataría el tema la autora pero lo primero que me llamó la atención fue la portada. Miradla y decidme que no es bonita ♥ Hasta aquí lo bueno de la historia, este ha sido un claro ejemplo de "las apariencias engañan".

Os pongo en situación: tenemos una protagonista a la que llamaremos Meg para abreviar, que también podría llamarse meh. Sus padres son unos genios de la ciencia y acaban de terminar de inventar un pajarito que te hace viajar de una dimensión a otra siempre que existas en esa dimensión. Meg vive en su casa con sus padres, su hermana y dos chicos a los que básicamente sus padres tienen adoptado en sentido científico. Uno es el arrogante,irónico y engreído - textualmente - Theo, un chico que a pesar de todo tiene mucho encanto (?), y el otro es Paul, un superdotado para la ciencia pero no para socializar, lo que lo convierte en alguien bastante tímido. Bien, ¿no? Pero algo trágico a ocurrido - introducimos atmósfera oscura- su padre ha muerto porque alguien le ha cortado los frenos a su coche y SÓLO hay UN sospechoso, Paul, pero sospechoso porque no se sabe muy bien lo que hace cuando está fuera y porque se va, es sospechoso SIN PRUEBAS.

Ahora os explico mi primer problema. ¿Qué pasa cuando muere el padre? Que Meg decide ir detrás de Paul, seguirlo de dimensión en dimensión acompañada siempre por su perrito Theo, para MATARLO. ¿Entendéis mi... cabreo? No sé como llamarlo pero que la chica quiera ir a matarlo, e insista tantas, TANTAS veces, no teniendo pruebas.. Me deja muy patidifusa cuando todos tenemos claro de que él no va a ser. ¿Y sabéis qué? Que luego él le dice que no ha sido y la chica le cree a la primera sin dudar. O SEA, se supone que eras mi amigo y estaba semi enamorada de ti -después vamos a esto- pero ¿por sospechoso voy a matarte y ahora que me dices que no, uy que mala he sido? Venga, hombre...

Sí, Meg ha sido una protagonista que ciertamente me ha resultado exasperarte, impertinente, impulsiva - para mal - y sin ningún trasfondo. Cuando creía que iba a ser algo más compleja psicológicamente por su amor al arte no paro de descubrir sandeces por todas partes. En mi opinión se comporta de forma muy impulsiva, llevándola a situaciones que me han hecho querer tirar el libro repetidamente por la ventana. Además tuve otro problema con ella, y es que no cree en el amor a primera vista pero no para de decir las mariposas que circulan por su estómago cada vez que está con Paul o Theo, su sensación y blah, blah, blah. Vamos que porque la chica no ha ido al colegio que sino me la creo enamorada de to' Dios.

Theo ha sido alguien que desde el primer momento me ha sobrado. ¿Se supone que está ahí para intentar crear un triángulo amoroso? Porque no vamos... Estoy deseando descubrir que es el malo de la historia porque es lo que le pega y otro papel no tendría ninguna lógica. De hecho lo pintan como arrogante, irónico... Pero después es un encanto y Meg, aunque no lo reconozca, está semi-coladita por sus huesos - o serán las hormonas que están peor que su mente -. Vamos que para mi este ha sido un relleno.

Paul podemos decir que es un poco el que se libra, a pesar de que me da mucha pena por querer a tal inmadura. En este chico nos encontramos algo más centrado, inteligente, un personaje de verdad..Hasta que empieza a mostrar su amor. La autora me lo destroza al soltar cada ñoñería a Meg, porque ella no se merece a Paul y punto. Y cada momento romántico me mataba más que el anterior, es por eso que el libro se me hacía pesado, porque Paul me gustaba, pero en esos momentos no.

Podemos decir que mi principal problema ha sido la protagonista y todo lo que ello acarrea, y es que si la prota no te gusta vas listo... Pero también tenía esperanzas puesta en los viajes dimensionales, sin embargo este libro se ha basado en la historia de Paul y Meg y deja lo demás en un mero decorado, me hubiera gustado que ahondara más, que descubriera más. Todo se ha centrado demasiado en la relación de ambos, una relación aburrida y predecible que ha ocupado demasiado, y lo cierto es que ni siquiera me daba curiosidad descubrir al asesino ni el resto de la historia, solo estaba deseando acabar.

Tal vez ha tenido algunas escenas que se salvaran, como su adaptación en alguno de los lugares pero en general el libro se me ha hecho cada vez más cuesta arriba y todo ha sido por los personajes, puede que con otros lo hubiera disfrutado más. Lo que más he disfrutado ha sido las partes en las que volvía al pasado para recordar cosas antes de la muerte de su padre, haciéndonos ver como iban las cosas.

En resumen, Mil lugares donde encontrarte ha sido un libro que no empezó mal pero que la incompetencia e impulsividad de la protagonista me ha hecho fijarme en las partes malas y no poder disfrutando, llevando la historia dimensional a un plano romántico que se me hacía todavía más cuesta arriba.

 Con la colaboración de Montena